El otoño y el metal – medicina china, es una particular forma de bienvenida a esta estación que acabamos de iniciar… «el otoño».

Desde la visión de la Medicina Tradicional China, cada estación está asociada a un elemento que sigue la “Teoría de los Cinco Elementos”, también conocida como “Las Cinco Energías” o “Las Cinco Fases de Transformación”.

Al recién estrenado otoño, le corresponde el elemento metal… Con él, seguimos el ciclo de las estaciones iniciado con el invierno, la primavera, y el verano  que ahora despedimos.

El otoño nos trae el clima más fresco y los días se acortan en sus horas de luz. Los árboles dejan caer sus hojas tiñendo los parajes de colores ocres. La naturaleza languidece y un cierto recogimiento invita a los animales a prepararse para hibernar.

Nuestra actividad veraniega exterior se ralentiza y empezamos a organizarnos volviendo a las rutinas. Nos preparamos para la llegada del invierno.

El elemento metal simboliza la época de transición entre el máximo Yang (verano) y el máximo Yin (invierno). La energía empieza su descenso moviéndose hacia dentro, invitando a aquietarnos y comenzar a parar.

Así como los árboles dejan ir sus hojas, dejamos ir lo que ya no nos sirve y entrar más ligeros en el invierno.

El movimiento de la energía del metal es un aparente declive para conducirnos a la fuente

En el calendario chino, la energía del metal se corresponde con la luna menguante.

El otoño y la medicina china

Desde esta visión oriental, el elemento metal está relacionado, con la estación del otoño, la sequedad en el clima, además de con una serie de correspondencias con la naturaleza y el ser humano:

  • el color blanco
  • el sabor picante
  • el oeste como punto cardinal
  • el atardecer como momento del día
  • el llanto como expresión
  • la nariz como órgano sensitivo y el sentido del olfato
  • el pulmón y el intestino grueso como órganos yin y yang
  • la piel como tejido
  • la tristeza como emoción
  • la justicia y la rectitud como virtudes

Más allá de una relación de asociaciones, resulta especialmente interesante, considerar las cualidades que nos aporta la energía del metal en nosotras en relación con el entorno.

 

Cualidades del metal en el ser humano

Para acercarnos a algunas cualidades que esta energía nos despierta,, quizás podamos considerar el propio símbolo del metal.

El ideograma chino que suele representar el elemento metal, se traduce como “oro”, lo cual nos evoca a una primera dimensión de su significado.

El oro es un material reluciente y brillante, de gran dureza y utilizado para diseñar elementos de gran precisión. Es el material más dúctil y maleable que se conoce. Además ha sido considerado desde los inicios de la civilización, un símbolo de gran valor y por ello, utilizado como un medio de intercambio.

Como seres humanos, el otoño y el metal en medicina china, nos regala:

  • La capacidad de intercambio de nuestro interior con el exterior. La expresión más íntima es el proceso de respiración del cual son responsables los pulmones. A través de ellos obtenemos el componente más puro y valioso del mundo exterior que es el Qi de universo… A través del intestino grueso, dejamos ir lo que ya no tiene valor para el proceso vital.
  • La capacidad de dar y recibir que nos permite establecer una comunicación entro lo que “tomo” y lo que “dejo ir” y aún así seguir siendo nosotras mismas.
  • La posibilidad de poner límites en nuestro intercambio, en nuestras relaciones… La primera expresión es nuestra propia piel que separa nuestro cuerpo, lo interno, y a la vez, nos pone en contacto con lo externo, con la posibilidad del contacto y la expresión.

En un plano más espiritual, el elemento metal está relacionado con el “alma corpórea” conocido como “Po”. Una especie de inteligencia corporal instintiva que nos acompaña durante toda nuestra vida, desde la primera inspiración hasta la última exhalación, configurando así nuestros propios límites

El espíritu de “Po” nos ayuda a sentirnos vivos, a vivir la vida momento a momento. Podríamos decir que es el gran acompañante para “respirar la vida”.

 

El otoño y el metal en medicina china, hoy…

Especial mención merece una de las funciones del Pulmón según la medicina china en estos momentos que estamos viviendo.

Una función expresada como «asegurar la protección», y que deriva del reconocimiento del pulmón como Tapadera del Organismo.

El pulmón, en colaboración con otros órganos, es responsable de la creación del Wei Ki o Qi Defensivo. Esa energía que nos protege y defiende de los agentes externos y energías nocivas y que desde el ámbito más físico asociamos al sistema inmunitario y a las vías respiratorias, nariz y garganta.

 

Todas estas cualidades son propias de la energía del metal y disponibles en nosotras si estamos atentas al momento, al cuerpo y al movimiento. La práctica del Qi Gong y el Shiatsu nos proponen ejercicios y trabajos corporales específicos para este periodo estacional. Una forma de conectar con estas cualidades y cultivar aspectos físicos me nos permitan transitar la estación en las mejores condiciones.

Así que bienvenido el otoño… Me voy adentrando y recogiendo. Me arropo y cubro mi cuello. Bebo cosas calientes y cocino alimentos con sabor picante. Hago un ejercicio de limpieza y elimino o tiro aquello que ya no me sirve. Práctico ejercicios de respiración que potencien mi Qi Defensivo… Comparto desde el respeto hacia el otro y hacia mí.

Ojalá el espíritu «Po» nos acompañe y nos permita «respirar la vida» tal y como es.

Foto @crespoes – Fragmento tratado de una escultura del Parc de la Ciutadella –  (Barcelona)

Este sitio utiliza cookies según se explica nuestra política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies