Meditar a través de la pantalla es una de las actividades que he tenido la oportunidad de experimentar en estos tiempos de confinamiento, de estado de alarma y de progresiva vuelta a una “nueva realidad”.

Una propuesta que surgió desde el “ponerme al servicio”. Una idea, que como muchas otras, nació durante el pasado mes de marzo, para aportar un granito de arena en aquellos momentos “extraordinarios” o cuando menos “nunca antes vividos”…

Y fueron fluyendo los encuentros dos días por semana…Y de forma espontánea, sin avisar, iban apareciendo sus caras en la pantalla… Y fuimos compartiendo ese espacio, a veces con palabra, a veces con silencio… Y fuimos viviendo lo que iba surgiendo momento a momento…

Nos sentábamos a degustar la meditación, a intentar explorar un poquito, ese inmenso espacio que culmina en un estado y que lleva una vida… Intentábamos cuando menos, cultivar la calma y el sosiego en momentos de intensidad emocional, de incertidumbre y del declarado «estado de alarma».

Y contemplamos la respiración, los pensamientos, las sensaciones, las emociones… Y visualizamos espacios de seguridad, de amabilidad, de gratitud, de alegría… Y recibimos el verano con nuestro ritual del fuego en la verbena de Sant Joan… Y hasta practicamos  Qi Gong con el automasaje y la sonrisa interior, para activarnos y cuidarnos.

Así que meditar a través de la pantalla, ha sido una experiencia gratificante y enriquecedora. Un viaje maravilloso que me ha permitido “estar momento a momento” con atención plena  en el proceso que estábamos “viviendo fuera” y también “dentro”. Una nueva oportunidad para crecer y dejarme fluir.

Esta semana de cambio de mes, hemos dado vacaciones a esos encuentros y así dar espacio a generar otro nuevo… Así es el fluir de la vida.

 

Lo que recibo me llena el corazón

Y me siento agradecida en este juego de “dar y recibir”. Porque el dar y el recibir están completamente unidos en un solo verbo. Porque dando, recibo y en esta acción, mi corazón se colma de gratitud y se hace más grande.

«El agradecimiento es la memoria del corazón» Lao Tze

La expresión más intensa de la gratitud es la que queda impresa de algún modo, en una sensación, en una imagen, en una expresión, en una palabra… en las flores y plantas preciosas que me han regalado.

Algunas de las personas que me han acompañado en estas sesiones, han tomado parte de su tiempo para escribir sobre la experiencia. Aquí os dejos sus aportaciones… GRACIAS por estar al otro lado de la pantalla y hacer más grande mi corazón…

Sus aportaciones

“Quisiera agradecerte estos espacios que nos has facilitado todas estas semanas, descubrir esta calma en medio de la vorágine, apreciar estas herramientas que tenemos tan cerca pero que sin embargo las creemos tan lejos e inalcanzables. Nos has dado un remanso de paz para el espíritu en unos momentos tan excepcionales y nos has recordado lo que realmente somos! Muchas gracias por compartir tu amor y sabiduría”- Georgina Sala

“Compartir meditación con el grupo será uno de los mejores recuerdos que conservaré del confinamiento. Porque fue compañía, retiro, descanso, actividad… todo a la vez. No puedo hacer otra cosa que expresar gratitud al grupo, y especialmente a Esther. Gracias” – Josep Puigdengolas

“Para mí ha sido un regalo conocerte y que guiaras estos espacios. Las meditaciones en que participé me ayudaron mucho a tomar conciencia de diferentes aspectos como la alegría, el agradecimiento… y la de Sant Joan y el solsticio de verano con el fuego fue espectacular!!!! Me encantó escucharte y en momentos tan difíciles y complicados, con tus meditaciones me ayudaste a centrarme, parar y hacer salud” – Núria Benito

“Mil Gracias Esther, por esos momentos de meditación. Que han servido para sosegar tanto el cuerpo como la mente. Y sobre todo en los momentos más duros del confinamiento me han hecho sentir que no estaba sola. Eres una gran profesional y una gran persona” – Margot Sánchez

«Moltes gràcies Esther per les estones tan màgiques i serenes que ens has fet passar. Gràcies per ser-hi»Mónica Martinez (i Xavier i Anna)

Una vez vivida la experiencia, compartida y expresada, meditar a través de la pantalla, está formando parte de mi «nueva realidad», esa que vamos conformando desde la oportunidad

Nos volvemos a encontrar a través de la pantalla después de las merecidas vacaciones…

Foto @mamerinos – Momento de meditación en mi refugio – Sant Boi (Barcelona)

 

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