El verano y el fuego – medicina china, es una particular forma de bienvenida a esta estación que acabamos de iniciar… «el verano».
Desde la visión de la Medicina Tradicional China, cada estación está asociada a un elemento que sigue la “Teoría de los Cinco Elementos”, también conocida como “Las Cinco Energías” o “Las Cinco Fases de Transformación”.
Al recién estrenado verano, le corresponde el elemento fuego… Con él, seguimos el ciclo iniciado con el agua y el invierno, seguido de la madera y la primavera que ahora despedimos.
El verano nos trae el clima más caluroso, el momento en que los procesos vitales de la naturaleza alcanzan su máximo punto de actividad. Es a la vez, un tiempo que invita al disfrute, a las vacaciones, a compartir en compañía.
El elemento fuego simboliza la culminación de la energía que se expande y asciende. El momento en que el crecimiento iniciado con la madera, llega a su plenitud.
El fuego es la máxima expresión del movimiento, el máximo Yang
En el calendario chino, la energía del fuego se corresponde con la luna llena. Es el momento de culminación antes del nuevo decrecimiento.
El verano y la medicina china
Desde esta visión oriental, el elemento fuego está relacionado, además de con la estación del verano y el clima caluroso, con una serie de correspondencias con la naturaleza y el ser humano:
- el color rojo
- el sabor amargo
- el sur como punto cardinal
- el mediodía como momento del día
- la risa como expresión
- la lengua como órgano sensitivo – el habla o la palabra
- el corazón y el intestino delgado como órganos yin y yang
- las arterias y vasos sanguíneos como tejidos
- la alegría como emoción
- la cortesía y la corrección como virtudes
En lo referente a la asociación con órganos y meridianos, el fuego es el único elemento que en medicina china está representado por dos pares de meridianos:
- El corazón y el intestino delgado formando el “fuego primario”
- El maestro corazón o pericardio y el triple calentador, formando el “fuego secundario”
No obstante, la función central del fuego reside en el corazón, lugar donde se aloja al “Shen” (conciencia o espíritu). Precisamente este punto es donde se aúna la teoría médica con la cosmología y filosofía china… Metafóricamente el fuego se compara con la luz, con la chispa divina de cada ser sensible, que es única en cada individuo, aunque como parte de algo mayor que es la conciencia universal.
Cualidades del fuego en el ser humano
Resulta especialmente interesante, desplegar las cualidades que el elemento fuego nos despierta como seres humanos. Sentarnos delante de un fuego y observarlo detenidamente, bien puede ser una imagen evocadora de esas cualidades.
Ya sea el fuego de la chimenea de nuestra casa o de una hoguera en el exterior, el movimiento ascendente de las llamas elevándose hacia arriba, la luz que provocan, el destello de luminosidad de sus chispas saltando ágilmente, atraerán nuestra atención.
Cuando compartimos la mirada del fuego, un espacio de calidez y acercamiento se genera… Es el símbolo del calor humano que nos permite comunicar, compartir y sentir empatía, compasión.
A lo largo de la historia, el fuego ha sido también utilizado para evocar imágenes de dioses, representar aspectos espirituales, usado en rituales y ceremonias. Son muchos los mitos y leyendas que contemplan el fuego como elemento de limpieza y purificador por su gran capacidad transformadora… en ocasiones desde la destrucción, en otras desde la creación o la introspección.
El fuego y el Shen
El Shen es el espíritu del fuego y comprende todos los aspectos de la conciencia humana, uniendo cada una de sus partes en un todo único. Es lo que hace que un ser determinado sea distinto de otro, único como individuo.
El fuego es la energía radiante que aumenta la fuerza emocional, mental y espiritual del ser. Gobierna la unión de cuerpo, mente y espíritu. Representa la plenitud del ser, la unión de nuestros aspectos físicos y espirituales.
La energía del fuego nos permite desarrollar cualidades necesarias en el ser humano como la capacidad de sentirnos un ser individual completo pero unido al resto de los seres, al universo. Nos dota de la fuerza necesaria para encauzar nuestra existencia y la capacidad para el goce y el amor… Cualidad para disfrutar de la vida.
Es el espíritu de la vida
Todas estas cualidades son propias de la energía del fuego y disponibles en nosotras si estamos atentas al momento, al cuerpo. La práctica del Shiatsu y el Qi Gong nos proponen trabajos corporales específicos para este periodo estacional que facilitan conectar con estas cualidades.
Así que bienvenido el verano… Me expando como el fuego, elevando mi estado de conciencia. Me muevo expresando esa energía que asciende y atiende a la intuición. Me siento a meditar desde el corazón, desde la introspección y el silencio que conectan con la verdadera existencia, con nuestra verdad.
Ojalá la expansión el elemento fuego nos traiga la conexión con todos los seres, la capacidad de sentirnos individuos completos formando parte de algo mayor, la intuición para saber lo que es correcto y apropiado.
Foto @crespoes – Fuego en la chimenea – Sant Boi (Barcelona)